19 julio 2010

Mighty Rivers Run Right Through Me

Siempre he pensado que los aeropuertos tienen un especial encanto , no lo se si es por su arquitectura, por su limpieza o por lo protocolario de la situación. Hoy al ir al aeropuerto del prat pude ver que lo que ocurre en los aeropuertos es que son quimeras emocionales. Desde los enamorados que se dicen adios y lloran amargamente, hasta los familiares que se alegran por separarse o los que lloran porque la distancia es dificil, las familias emocionadas porque iran a algun paraje nuevo desconocido. Todo eso hace que sean sitios especiales.
No se porque lately estoy receptivo, mucho a muchas cosas, creo que son momentos de cambios, pero joder como cuestan eh!... quien dice que cuando se acaba algo, se abren ventanas es mentira, cuando acaban las cosas es como si fueras a un aeropuerto y tuvieras esa posibilidad de escojer el siguiente vuelo que te llevara a un destino nuevo, puedes ir como enamorado lloron, como familiar alegre o como familia emocionada, el punto es que siempre seas conciente de como viajas... viajar como las maletas es una putada.... gracias a dios eso a mi no me ocurre...

3 comentarios:

Juanita Banana Republic dijo...

Me gusta la analogía, en los momentos de cambio uno tiene la posibilidad de escojer cómo va a transitar por la crisis que lo precipitó, con esperanza o con desesperación y por supuesto, cuando un viaje llega a su fin, porque para bien o para mal, nada es para siempre, uno tiene la posibilidad de escojer un destino nuevo. Sería tonto repetir un lugar donde uno la ha pasado mal y sin embargo, lo hacemos. Oh, eso de abrir la conciencia... creo que eso es lo que más me gustó, no ir por la vida como una maleta que no puede escojer de que manera y a donde quiere viajar.

jesus dijo...

aeropuertos. para mi también son especiales... en ellos hay sentimientos a flor de piel, despedidas, reencuentros, decepciones, frustraciones, sorpresas,... compararlos con la vida, humm tal vez, en ella nunca sabes qué pasará y en ellos tampoco sabes al 100% qué pasará cuando se abre la puerta de salida. Aun así, me gustan los aeropuertos

Anónimo dijo...

Creo que una de mis mejores experiencias en un aeropuerto fue ir a despedir a alguien que no parecía necesitar de un avión para salir volando.
Tuve que ver mi casa vacía para darme cuenta de la parte triste de la despedida porque mientras conducía de vuelta me estuve todo el camino riendo.
Gracias por venir Félix.